Cantidad de tarta que me he comido (gráfico autoreferente)

viernes, 20 de junio de 2008

POQUER-RED 200$ AÑADIDOS - EMULANDO A PHIL HELLMUTH

Tras un prolongado paréntesis semiautístico (en el que, naturalmente, no he dejado de jugar, pero, con poco tiempo libre, tampoco he jugado mucho), retomo mi blog, por si alguien tiene a bien leerme de vez en cuando (y para ver si le saco algún provecho económico al banner que me acabo de poner, aunque, según recientes confesiones de Santi Torres, cuyo blog es infinitamente más popular que el mío, el beneficio que se puede llegar a sacar con este sistema es poco más que simbólico).

El caso es que el miércoles me ha sucedido algo que me ha parecido curioso y me ha alegrado el día. Paso a relatarlo.

Me confieso fiel seguidor de Poquer-red y un día vi anunciado un torneo para foreros en PokerStars. El torneo iba a celebrarse el miércoles 18 a las 22:00, con 10$+1$ de inscripción y 200$ añadidos. La verdad es que prometía ser interesante: un cierto overlay, pocos jugadores esperados, todos hispanoparlantes, varios seguramente conocidos y una estructura bastante agradable, sobre todo después de las turbo-orgías a las que nos está acostumbrando PokerStars con sus Giveaways y sus "Enséñame a Jugar".

Esta semana, como casi todas, me pasé más de la mitad de la misma en viaje de trabajo en Huelva, pero ello no iba a impedirme jugar el torneo en mi hotel (tengo módem de empresa :P).

Al fin, llegó el miércoles y, después de mi turbo-ración de las 19:35 con el heredero del "Enséñame a Jugar", el "Telecinco 2 Barcelona EPT", me lié a ver el intrascendental pero finalmente emocionante partido con Grecia. Acabó el encuentro a eso de las 22:35 y me puse a hacer zapping. Ante la habitualmente escasa oferta televisiva, decidí echar unas manos de cash. Cuál no fue mi sorpresa al abrirse automáticamente una mesa de torneo en la que me encontraba sentado. ¡Se me había olvidado! Tras unos momentos jurando en arameo, decidí ver si aún se podía salvar algún mueble. Faltaban como cinco minutos para el primer descanso, por lo que estábamos en el cuarto nivel con 100 puntos de ciega grande. Me quedaban como 900 puntos de los 1.500 iniciales. Y quedábamos en pie 38 de los 52 jugadores iniciales. Tras el descanso, empecé a remontar poco a poco y, sin llegar a estar nunca claramente por encima de la media, terminé mi participación a eso de la 1:15 en un más que sorprendente tercer puesto, llevándome 108$ como 108 soles.

En la mesa final no pude evitar comentarlo con mis compañeros oponentes y el maestro Raynor, que por allí estaba también, me comentó que a él le había sucedido lo mismo. ¡Bien por ambos! Inmediatamente nos comparé con Hellmuth, que a menudo llega tarde a los torneos y se da sus paseos de gloria durante los primeros niveles, poniéndose a jugar con el torneo ya avanzado. Y suele hacer un gran papel.

De todo esto, obviamente, no quiero, ni muchísimo menos, extraer la peregrina conclusión de que los primeros niveles no sirven para nada y lo que decide un torneo es lo que sucede después. Es cierto que por mucho que te llenes de fichas durante los primeros niveles, unas pocas malas manos en niveles avanzados te pueden dejar seco y, por el contrario, por muy mal que hayas salido de los primeros niveles, unas pocas manos geniales más adelante te pueden situar en cabeza. Sin embargo, los primeros niveles te sirven para aclimatarte, para conocer a los contrincantes y para ponerles a prueba metiendo acción arriesgando relativamente pocas fichas. Además, no me gusta infravalorar los stacks pequeños. Estoy convencido de que hasta la última ficha puede ser muy importante en un torneo, por lo que cualquier mínima apuesta ganada o perdida en las primeras fases de un torneo puede tener su importancia más adelante.

Es por todo esto que no me gusta perderme ni una sola mano de un torneo y me frustra mucho que ocurra, ya sea por despiste mío, por distracciones externas o por fallos técnicos.